Kiki's delivery service

Esta película de Miyazaki sama que se ha traducido como "Niki, la aprendiz de bruja", como toda película del señor Hayao tiene más de una lectura: La película para niños sobre una brujita, el gato que habla y sus peripecias lejos de casa y por otro lado, la historia de toda niña que da un paso hacia la emancipación y se convierte en mujer. Irse de casa, conocer gente nueva, empezar a trabajar, pero sobretodo lo trágico que puede ser el perder la imaginación y la magia en el camino. La vida laboral está plagada tanto de éxitos como de frustraciones y ambas nos hacen crecer por un lado, pero nos hacen perder esa niña pequeña que aún se asombra con las cosas y que cree que algunas fantasías pueden convertirse en realidad. Perder la magia es un precio que muchos van pagando a medida que se van acomodando a la vida de "grande". Pero no es un requisito sine qua non, hay que aprender a regular los deberes y los placeres.
Personalmente me resisto a dejar que mi trabajo y mi carrera (muy queridos por mí) se coman a la domi que cree en los duendes. Eso nunca!
Si alguien está viviendo las mismas cosas, recomiendo de todas maneras ver esta linda película (no sé si sea necesario mencionar la tremenda calidad del dibujo y el color, y que acá también la niña viaja en tren buscando su destino incierto, tal como en Las Aventuras de Chihiro; grandes obras de arte son estas películas de Estudio Ghibli)

2 comentarios:

pablo dijo...

me resisto a dejar que mi trabajo y mi carrera (muy queridos por mí) se coman a la domi que cree en los duendes...

mirame a mi, trabaje dos años y heme en un estado incorrupto de insanidad.

Domi Le Cerf dijo...

Susukurito sempai: esa infinita demencia es tu mejor ítem.
:)