Creo que agoté mis recursos. Ahora voy a escuchar música y esperaré a que la religíon sea más que una brisa que sopla delicadamente algunas hebras de mi pelo. Voy a sentarme en la arena de la playa con el cielo gris vigilando mi letargo, la vista en el horizonte y esperaré a que llegue ese golpe de experiencia mística. O la lluvia... lo que ocurra primero. Me siento bastante sola y ya me está haciendo mal rezar. Necesito por lo menos un eco. Para mí no es tan fácil ir a la iglesia, yo no soy católica, soy creyente pero me lo cuestiono todo, quiero vivir a Dios, no ir a repetir frases sacramentales como el loro Nakamura Yosuke kun. Cada vez que me hinco a rezar me lleno de sobrecogimiento. Pero invariablemente me voy con una sensación de vacío, hay tantas cosas que no comprendo. Cosas que simplemente tienen sentido si me salgo de la religión y empiezo a vivir a Dios como lo siento en mi corazón y no como lo dicen las Sagradas Escrituras (La Biblia, el Corán, los Vedas... de las que conozco).
Voy a tomarme un respiro, a nadie le gusta remecer los cimietos de sus creencias.

... después de todo pensé que tendría que ver una cosa con la otra...